La metáfora de la mujer como saco de entrenamiento
es recurrente.
“Puedes contarnos la verdadera historia.”
"No te atreverías a vivir con alguien así.”
“Contiene escenas en las que mamá es tirada al suelo y golpeada repetidamente. No recomendable para menores.”
Un inteligente emplazamiento en el que el teléfono público se transforma en un escenario de violencia, incitando a la llamada de denuncia.
“Eres una puta.”
Camuflada, la violencia también está en las malas palabras.
“Me das asco, zorra.”
Camuflada, la violencia también está en las malas palabras.
“Mamá estaba leyéndome un cuento hasta que papá volvió.”
“Denuncia la violencia oculta.”
“Habla, en nombre de quienes no pueden hacerlo.”
“Esta pulsera me la dio por mi cumpleaños. Y esta fractura me la hizo por nada.”
“La violencia doméstica está a nuestro alrededor.”
De nuevo la mujer convertida en objeto para entrenar golpes.
“Cuando él controla tu vida, ya no es tu vida.”
Sucede cuando nadie está mirando.”
Una muy buena, aunque de difícil aplicación idea, en la cuál una minicámara ubicada en la marquesina detecta cuando alguien está mirando y cambia la imagen principal del cartel.
Sin ti soy yo ayudar a los adolescentes
“Más de una quinta parte de los adolescentes justifica
en cierta media la violencia como reacción a una agresión.
Aparecen nuevas formas de ejercer la violencia
como consecuencia del uso de las nuevas tecnologías
que tienen una especial incidencia en la juventud,
como el ciberacoso: la juventud, ya “nativa digital”
presenta una percepción muy baja de sus efectos perniciosos;
el intercambio de contenidos personales
es una prueba de confianza o un acto de intimidad con la pareja
(“prueba de amor”) y constituye una puerta abierta
para que se de el sexting (difusión de imágenes
de contenido erótico o sexual); las mujeres jóvenes
son mas vulnerables al daño del ciberacoso
por la desigualdad en la consideración social
a la que se someten los comportamientos y las imágenes
de las mujeres en la relación de la pareja; tras la ruptura
de la pareja, los ciberacosadores utilizan Internet
para alcanzar a la victima”. Esto se puede leer en el Resumen
Ejecutivo de la Estrategia Nacional para la Erradicación
de la Violencia contra las Mujeres.
Ya se que existen otras cuestiones que aparecen en la Estrategia,
y algunas importantes. Tiempo habrá para comentarlas.
Pero…erre que erre…clavando el clavo dando martillazos…
lo que ustedes quieran, hasta que soy un pesado.
Pero considero esencial la atención prioritaria a la presencia
de la violencia de genero entre los adolescente.
¿Por qué?
Porque no podemos perder otra generación sumida
en la desigualdad y en la violencia de genero.
Porque son los jóvenes quienes tienen que arrastrar
a la sociedad a la erradicación de la violencia machista.
Porque los adolescentes y jóvenes suelen imitar
en sus conductas lo ejemplarizado en sus familias:
su victoria sobre la presencia de la violencia de género
puede hasta facilitarles la ayuda a sus mayores
en este mismo terreno.
Posible –en algunos casos, real- influencia
perniciosa de las nuevas tecnologías, considerar
determinadas conductas como “pruebas de amor”,
confundir el sexting con algo propia de la intimidad de la pareja.
Y la influencia de mitos procedentes de la concepción
“romántica del amor”.
El ideal romántico de nuestra cultura ofrece un
modelo de conducta amorosa que “impone”
lo que “de verdad” significa enamorarse y qué
sentimientos han de sentirse, cómo, cuándo,
y con quién sí y con quién no.
Es este componente cultural, descriptivo es quien causa
en muchas ocasiones- creencias idealizadas que
no se corresponden con le verdadera naturaleza
del amor y que dañan las relaciones entre adolescentes
y jóvenes y que dan lugar a comportamientos
abusivos e intolerables por lo que respecta
a la igualdad y dignidad
Por ejemplo
Falacia del cambio por amor, es decir, creer que las
personas cambian por amor: “el amor lo puede todo”.
Se toleran conductas pensando que la pareja cambiara
porque “te ama”.
Mito de la omnipotencia del amor: es suficiente
con el amor para superar todos los obstáculos que
surjan en una relación. Puede generar dificultades al
usarse como excusa para no modificar determinadas
comportamientos o actitudes.
Creencia de que los polos opuestos
se atraen y entienden mejor,
relacionado con esta normalización.
La realidad suele demostrar que cuantas más cosas
se tienen en común, mejor se entienden las parejas.
Mito de la compatibilidad del amor y el maltrato:
considerar que amar es compatible con dañar
o agredir, no hay amor sin sufrimiento.
¡Cuidado con justificar el maltrato!
Creencia de que el amor “verdadero”
lo perdona y aguanta todo:
“si no me perdonas, es que no me amas de verdad”.
¡Y se manipula la voluntad de la pareja!
Si no se esta enamorada no se es persona completa, madura.
Creencia de que sólo hay un amor “verdadero”
en la vida; es decir, creer que
“sólo se quiere de verdad una vez y, si se deja
pasar nunca más se volverá a encontrar”.
+ Falacia de la entrega total. Idea de “fusión con el otro”,
olvido de la propia vida, dependencia de la otra persona,
sacrificar lo propio sin esperar reciprocidad ni gratitud.
+ Creencia de que si se ama debe renunciarse a la intimidad,
no pueden existir secretos y la pareja debe saber
todo sobre la otra parte.
¡Sin libertad no hay amor!
Mito de los celos: creencia de que los celos
son una muestra de amor, incluso
el requisito indispensable de un verdadero amor,
Y otros muchos ejemplos.
Mucha tarea, e importante, por delante.
Medidas importantes en la Estrategia para
la erradicación de la violencia contra las mujeres.
Entre ellas, y la considero clave, una mas profunda
y completa formación de todos los profesionales
que intervienen cerca de la violencia de genero
entre adolescentes. ¡Sin un conocimiento de la
realidad y mundo de los adolescentes,
sin dirigirse a ellos en su mismo lenguaje,
sin abrirles los horizontes de unas relaciones
afectivas sanas, no será posible el cambiar
el rumbo de muchas vidas!
Un artista italiano llama la atención con su serie "No a la violencia contra las mujeres", donde transforma a las protagonistas más reconocidas en víctimas de abuso.
¿Hasta qué extremo puede llegar la presión
social a la que sometemos a nuestros jóvenes?
Elliot Rodger era un joven que a los 22 años
mató a seis personas en California, grabó un vídeo en
Youtube donde explicaba su frustración por
ser virgen a su edad y por no ser querido
por ninguna mujer.
Rodger envió por correo electrónico un
largo manuscrito autobiográfico a una docena
de conocidos y familiares.
El documento misógino lo tituló
“My Twisted World“. En él, describe su infancia,
los conflictos familiares, la frustración por no
ser capaz de encontrar una novia, su odio a las mujeres,
la raza blanca y las parejas interraciales, y sus planes
para cometer la matanza.
Un asesinato o maltrato NUNCA
puede estar justificado y seguramente
Rodger sufría algún “problema psíquico”
que le impulsó a hacer lo que hizo.
Pero su caso, sin duda, lanza un mensaje sobre
la terrible presión social a la que sometemos
a nuestros jóvenes.
Fruto de esa reflexión el artista Rasenth realizó
esta serie de imágenes en la que recoge parte
de esa presión que todos hemos sufrido
o ejercido en alguna ocasión.
El acoso escolar es una especie de tortura, metódica y sistemática, en la que el agresor somete a la víctima, a menudo gracias al silencio, la indiferencia o la complicidad de otros compañeros. Hay muchos jóvenes que no “agreden a otros” pero en la mayoría de casos, esas agresiones se producen sin que el resto de compañeros se posicione del lado de la víctima.
“Todavía hoy a muchos, y también a muchas, les sigue sorprendiendo que me defina como hombre feminista (…) No obstante, a estas alturas debería ser incuestionable que la igualdad de derechos de mujeres y hombres es un objetivo ineludible de la democracia. Desde el convencimiento de que el feminismo no es lo contrario al machismo y de que la lucha de aquel no es contra los hombres sino contra el orden social y cultural que representa el patriarcado”. Octavio Salazar
Hembrismo es un neologismo en español usado para referirse a la misandria o desprecio a los hombres que, supuestamente, practican algunas mujeres que se describen a sí mismas como feministas. El término tiene cierta amplitud en su uso, y ha sido definido como autoritarismo contra los varones, sesgos de género que perjudican a los varones en acciones u opiniones, o al uso interesado de la respetabilidad política ganada por el feminismo antiguo para adelantar un ideario represivo contra los hombres. La palabra ha sido construida en analogía a la palabra machismo.
Feministas como Ariel Levy han advertido que el estado actual de la sexualidad comercial ha creado una «cultura obscena». Este desarrollo cultural (ocurrido en su mayoría en Occidente), la comercialización de la objetificación de las mujeres, ha sido criticado tanto por varones como por mujeres. Algunas feministas argumentan que las mismas mujeres objetifican a otras mujeres convirtiéndose en productoras y promotoras de la «cultura obscena».
“A diferencia de las mujeres, que llevan siglos cuestionando su lugar en la sociedad y el pacto social que las ha mantenido históricamente discriminadas, los hombres no hemos tenido la necesidad de mirarnos en el espejo y mucho menos de analizar críticamente una estructuras que nos beneficiaban”.
En los últimos años, diferentes foros internacionales han señalado las amenazas y retrocesos en los derechos de las mujeres a nivel global, sobre todo de las mujeres en los países en vías de desarrollo.
Hay muchos hombres que buscan esos caminos para avanzar en la igualdad real porque no sólo es una mejora en las vida de las mujeres, también en la de ellos. “Hay que actualizar los mensajes para llegar a los jóvenes. Porque sí hay un cambio real en parte de la juventud hacia la igualdad, pero hay una gran mayoría que en general sigue estando al aire de lo que educa la publicidad en estereotipos.
Un 21% de los adolescentes españoles está de acuerdo con la afirmación de que los hombres no deben llorar. Uno de cada cinco cree que está bien que los chicos salgan con muchas chicas, pero no al revés. El 12,8% no considera maltrato amenazar —o recibir amenazas— en caso de que su pareja quiera romper la relación.
El sexismo y los estereotipos de género perviven entre los adolescentes españoles. Y el retrato robot de cómo son y cómo viven sus relaciones muestra que, además, no son conscientes de ello.
La radiografía es llamativa: entre 14 y 19 años, el 4% de las adolescentes han sido agredidas por el chico con el que salen o salían; y casi una de cada cuatro confiesa que su novio o exnovio las controla hasta el punto de fiscalizar con quién hablan o como visten.
Sexismo, discriminación sexual o discriminación de género, es el prejuicio o discriminación basada en el sexo o género, también se refiere a las condiciones o actitudes que promueven estereotipos de roles sociales establecidos en diferencias sexuales.
El sexismo es ambivalente y junto a lo que llaman forma tradicional hostil, hay un tipo de sexismo que denominan benevolente. En el sexismo hostil, las actitudes discriminatorias están basadas en la supuesta inferioridad de las mujeres en un tono negativo más explícito En el benevolente la actitud está basada en la idea de que la mujer es el complemento del hombre: madre de sus hijos, esposa y ama de casa…
Se ha argumentado que las dicotomías sexuales existen en el idioma, si bien se discute si determinado lenguaje provoca sexismo o el sexismo provoca cierto lenguaje.
“Es urgente, pues, que los hombres empecemos a mirarnos por dentro y a analizar críticamente nuestro lugar en un pacto social que nos hizo vencedores, aunque paradójicamente también nos condenara a renunciar a todo lo que no cabía en el prototipo del que Joaquín Herrera denominó: depredador patriarcal”. Octavio Salazar
Bienvenido a
Anundis.com :: Discapacidad :: Red Social
¡Necesitas ser un miembro de Anundis.com :: Discapacidad :: Red Social para añadir comentarios!
Participar en Anundis.com :: Discapacidad :: Red Social