Los árboles
no escogen a quién darle sombra.
Las estrellas,
mientras crepitan en el cielo,
no aguardan al honesto
ni al mentiroso
para condicionar su brillo.
Igualmente el sol,
no llega solo para el rico
sino también para el pobre.
He tardado mucho tiempo
en llegar a comprender
este pensamiento:
únicamente importa seguir de pie,
aunque el mundo abrace la maldad
como ejemplo.
Tal vez no seam…